Trasgos y cuevas

Posted by Alfonso

Primer día: La caza

Posted by Alfonso

Era una mañana especial en Havbukt, los primeros rayos de sol de la mañana eran más cálidos de lo que podían recordar mis heladas y castigadas mejillas. La estación blanca quedó atrás y con ella también lo hicieron la monotonía y la rutina de un invierno especialmente duro. 
  Yo había pasado la noche en la casa de Efrenth, que últimamente estaba más inquieto de lo normal por las noches. No me importaba, ya lo había hecho muchas otras veces durante todos estos años, nunca me asustó ni entendía por qué debía hacerlo, además, me serviría para recoger mi capa de camuflaje antes de la partida de caza que nos disponíamos a hacer ese mismo día como solíamos realizar todos los años a finales de la estación blanca. Estaba algo roída y harapienta pero le tenía un cariño especial. Justo acababa de encontrarla cuando la voz de Efrenth me sobresaltó.
- ¡Vamos date prisa! deja de coger trastos inútiles y vamos a la plaza, ya llegamos tarde.
- Ya casí estoy. Apostillé con tranquilidad mientras metía una larga cuerda en mi macuto.
 Soy una persona tranquila en términos generales, no me gustan las prisas y eso era algo que solía desquiciar a mi hermano, bueno, a los 4, no me importaba, pero esta vez Efrenth tenía razón, llegábamos tarde. Recogí el macuto del suelo y salimos a la carrera hacia la plaza central.
 Llegamos los últimos, pero en realidad no había nada que preparar, lo necesario lo llevábamos encima, por lo que tras la gran charla inspiradora del líder del poblado partimos rápidamente.
  En el camino nos encontramos todos, Mael, Drakos con Dado, Efrenth y un servidor. En realidad no éramos hermanos pero hemos pasado tanto y durante tanto tiempo juntos que me es imposible llamarlos de otra manera, aunque cualquiera que nos viera lo último que pensaría es que somos hermanos, todos juntos parecíamos un cuadro.
 Mael, el enorme elfo de la noche, muy alto y delgado, de piel clara y rasgos afilados, nunca lo he visto vestir colores claros, siempre iba de tonalidades oscuras. Además era hábil con las espadas cortas y hay quien diría que era demasiado impulsivo.
 Efrenth es un elfo del mar, por lo que su tono de piel era más azulado. Se manejaba genial con el arco y era devastador en el combate desarmado. El más reflexivo del grupo, desde luego más reflexivo que Mael, siempre suele tomar la mejor opción a seguir.
Drakos podría decirse que es quien más se parece a mi.... Con la salvedad de ser un Semi elfo semiquendi de 180cm....  Pese a ser ducho en el manejo de la lanza tiene un tacto que aún me cuesta asimilar para abrir toda clase de cerraduras que encuentre a su paso y las que no encuentre él las encontrará Dado, su fiel zorro de color fuego con el olfato más fino que mil demonios.
Y un servidor, Vanysh, un pequeño humano que no llega al metro y medio de estatura. Eso nunca me ha supuesto un problema para disfrutar del aire fresco, seguir los rastros más intrincados, trepar al árbol más alto o abatir al orco más gordo. No soy una persona muy habladora pero me considero carismático, siempre consigo llevarte a mi terreno y si no lo consigo... mi enorme espadón apoyará mis palabras.
  Allí íbamos todos, charlando alegremente sobre cualquier tema sin importancia, bromeando. ¿Qué más se podía pedir? buena compañía, aire puro, una enorme partida de caza.... era la alegría que nos traía de regalo la nueva estación.

Prólogo: Una historia de tantas.

Posted by Vanysh


Toda gran historia empieza humildemente, sin grandilocuencia, reverencias, ni extravagantes aspavientos. Siempre pensé que es porque nadie imagina que su vida puede estar convirtiéndose en una gran gesta sin que ellos puedan apreciarlo siquiera. 
  Siempre me he considerado bastante problemático. De pequeño, siempre encontraba la forma de meterme en todo tipo problemas, aunque las personas involucradas no creo que compartan mi opinión, yo siempre he preferido llamarlo aventuras. Mi padre, gran sabio a todas luces quiero creer que como cada padre, tenia algo importante que decir en cada momento de flaqueza. Siempre me decía la misma frase la cual acabe memorizando al dedillo cada vez que me veía aparecer por casa ensangrentado, con la ceja rota y el ojo morado: "Hijo, la vida de un hombre es tan importante como las decisiones que debe tomar y cuanto decida involucrarse en cada una de ellas".  Debo reconocer que entre el molesto pitar de oídos provocado por la pelea y el dolor de costillas fisuradas, ni quería ni podía entender las sabias palabras de mi padre. No os imaginais cuanta razón tenia....
  Pero empecemos por el principio. Me llamo Vanysh y estaré encantado de contaros como mis hermanos y yo llegamos a ser quien somos hoy.